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Actualmente las redes sociales se han convertido en una herramienta muy útil para comunicarse, compartir y aprender, pero también pueden implicar riesgos para la seguridad, la privacidad y el bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
Algunos de los riesgos a los que se exponen los niños, niñas y adolescentes son :
El ciberacoso: se trata de insultar, amenazar, humillar o excluir a alguien a través de Internet o el móvil. esto puede afectar la autoestima, la salud mental y el rendimiento escolar de los niños.
El grooming: un adulto se hace pasar por un niño o un adolescente para ganarse su confianza y luego abusar de él sexualmente. Puede incluir chantaje, extorsión o amenazas para obtener imágenes o encuentros sexuales.
El sexting: es el envío o recepción de mensajes, fotos o vídeos de contenido sexual. Puede tener consecuencias legales, ya que se considera pornografía infantil si los protagonistas son menores de edad. Además, puede suponer una vulneración de la intimidad si se difunden sin consentimiento.
La adicción: el uso de las redes sociales se puede volver excesivo y compulsivo, interfiriendo así con otras actividades y obligaciones. Esto puede provocar aislamiento, ansiedad, depresión o problemas de sueño.
¿Qué pueden hacer los padres?
Es importante saber lo que hace el niño, la niña o adolescente en línea; sin embargo, pueden sentir que están invadiendo su privacidad, lo que causaría distanciamiento y daño en la confianza construida entre padres e hijos. Por ello la clave para que esto no suceda es involucrase de tal modo que entiendan que respetan su intimidad, pero también necesario estar seguro de que no están en peligro.
Para prevenir estos riesgos, es fundamental que con sus hijos sobre las redes sociales y les den consejos para usarlas de forma segura y saludable. Algunos de estos consejos son:
Establecer normas y límites sobre el tiempo y el tipo de uso de las redes sociales.
Respetar la edad mínima de acceso a cada red social, que suele ser de 13 o 14 años.
Revisar la configuración de privacidad y seguridad de cada red social y ajustarla según las necesidades.
Evitar aceptar o enviar solicitudes de amistad o mensajes a desconocidos.
Evitar compartir información personal, como el nombre completo, la dirección, el teléfono o el colegio.
Abstenerse de publicar ni enviar fotos o vídeos comprometidos o que puedan dañar la imagen propia o ajena.
No participar ni consentir el ciberacoso. Si se sufre o se presencia, hay que contarlo a un adulto de confianza.
Infórmese sobre el uso que el niño, la niña o adolescente hace de las redes sociales y fomente su interés por sus beneficios. No olvide: que mostrar una conducta virtual responsable y respetuosa puede ayudar a que aprovechen las redes sociales de una manera inteligente y segura.